Cambios de hábitos y costumbres.

En los últimos tiempos, a raíz de diversos cambios que ha experimentado nuestra sociedad en lo que a hábitos y costumbres se refiere (flexibilidad en las horas de trabajo derivada de la situación económica atravesada por el país, la postergación en la hora de la cena, la competencia desmedida en los medios, donde ya no se respeta al espectador, la reducción de tarifas en el servicio de Internet), el descanso nocturno en los adolescentes ha disminuido considerablemente, como consecuencia del uso intensivo que éstos realizan de los distintos medios de comunicación en horas que no son recomendables, puesto que, luego de efectuadas esta actividades, los jóvenes inmediatamente se van a dormir pero sus cerebros continúan en funcionamiento y les es difícil conciliar el sueño.
De los usos antes mencionados, los más frecuentes suelen ser mirara televisión, escuchar música, jugar en la computadora, navegar por Internet, chatear, enviar y recibir mensajes de texto...
La falta de horas de sueño, necesarias sobre todo en la adolescencia por los cambios fisiológicos, hormonales y mentales propios de esta etapa, pueden acarrear problemas tales como déficit de concentración; dificultades de aprendizaje, aplicación y rendimiento escolar; mal humor; irascibilidad y brotes de violencia que pueden derivar en casos de hiperactividad durante el día.

La saturación lleva a la desatención:
La saturación de la información conspira contra la posibilidad de encontrar sentido a lo que se recibe. Para que algo tenga sentido se requiere que la persona se apropie, condense o retenga la fugaz cadena de información. Si cualquier imagen mediática vale lo mismo no tiene sentido. Se pueden ver cosas horribles y al minuto haberlas olvidado. Así el olvido-experiencia altamente frecuente en la época- tiene que pensarse mas bien como efecto de la saturación y la velocidad de la información que bajo el paradigma de la represión neurótica, según Freud.
La saturación se produce a una velocidad tal que la conciencia no puede percibir de que se trata. Así el mundo interno no encuentra espacios libres para constituirse con pensamientos propios y creativos. La saturación, a la vez, produce la desconcentración: ante la excesiva solicitud del medio la persona se repliega ( aburrido, desconcentrado, “esta en otra”, se desmotiva fácilmente).Las dos figuras de la saturación son las del hiperquinético y el aburrido, dos efectos distintos y complementarios. Tanto uno como el otro no pueden prestar atención, parece que nada les interesa. Estas características se hacen más visibles en el ámbito académico, donde se requiere gran cantidad de concentración y atención, de las que la mayoría de los alumnos carecen

Es por ello que debemos estar muy atentos, tomar conciencia de la realidad que se nos presenta y emplear de modo racional los medios que se encuentran a nuestro alcance para sacar provecho de ellos evitando, a la par, convertirnos en víctimas de sus poderosas y tentadoras redes.
Referencia bibliográfica: Suplementos de CONSUDEC.